
Movilización de las masas
Se trata de una fotografía tomada en el “German Stadium” en Berlín, en septiembre de 1934, durante unos de los innumerables discursos que Adolf Hitler dio en la década de 1930.
En esta ocasión el discurso estaba dirigido a jóvenes de entre aproximadamente 16 y 19 años, miembros de pequeñas hermandades de jóvenes pertenecientes a la clase obrera y comerciante.
Sin embargo, a estas movilizaciones también acudían personas pertenecientes a todos los colectivos sociales de Alemania, independientemente de su edad o condición social. Todos ellos se veían embaucados por el discurso nazi y enfervorecidos aclamaban a su nuevo líder.
Como esta, en Núremberg se realizaron a partir de 1927 muchas de las concentraciones nazis. Las que tuvieron lugar entre 1934 y 1938 se conocen como Congresos de Núremberg. En estas se llegaron a reunir 500.000 miembros, durante todo el tiempo en el que se llevaron a cabo estos mítines.
El pueblo alemán se encontraba humillado tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, y Hitler se presentó como su gran salvador y la persona que iba a dar grandeza a la nación, librándolo de las limitaciones impuestas por el Tratado de Versalles. Además, se instauró entre los alemanes el temor al comunismo y a las tensiones sociales originadas por la depresión económica y el desempleo. Las masas fueron cautivadas gracias a una excelente propaganda: la capacidad oratoria de Hitler, la simbología, los espectaculares desfiles militares perfectamente organizados y por los sugestivos ritos de las asambleas del partido y lemas acerca de la grandeza del país. Sin embargo, el nazismo ocultó su naturaleza despiadada y antidemocrática tras una filosofía en la que se mezclaban las evocaciones a la tradición romántica de una Alemania "bárbara" pero vital, el culto y la exaltación de la fuerza como manifestación, el desprecio por los ideales democráticos y temas políticos como la militarización de la economía o la necesidad de una inmensa expansión industrial como única solución ante la crisis económica.
Ana Rosa González Martínez
1º BHCS
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